Washington.– El envío de remesas a Latinoamérica y el Caribe alcanzará este
año alrededor de 174.400 millones de dólares, un 7,2 % más interanual y un
nuevo récord, impulsado por el aumento de las transferencias hacia
Centroamérica ante la creciente incertidumbre migratoria en países como Estados
Unidos, según el estudio anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
publicado en las últimas horas.
En 2025, los
países centroamericanos volvieron a acaparar los mayores crecimientos de
remesas de toda la región, con una tasa estimada de crecimiento del 20,4 % con
respecto al año anterior, y envíos valorados en unos 55.395 millones de
dólares.
Este monto
fue clave para que el total de envíos de dinero a toda la región crecieran por
decimosexto año seguido.
Este aumento,
según el reporte «refleja la reacción de los migrantes frente a la
incertidumbre que enfrentan en el principal país de origen de estos flujos;
durante los primeros meses del año muchos recurrieron a sus ahorros para hacer
más envíos a sus familias y por montos promedio más altos, lo que condujo a un
incremento de 21,2% respecto al mismo período del año anterior».
Uno de cada
cuatro dólares (el 26 % de todas las remesas) enviados a Centroamérica fueron a
parar a Honduras, mientras que Guatemala, Nicaragua y El Salvador acapararon el
20,2 %, el 18,2 % y el 17,9 % de estas partidas.
El
crecimiento de los montos dirigidos a Centroamérica, que suponen algo menos de
un tercio de todas las que llegan a la región, contrasta con la ligera caída,
de un 4,5 % interanual, de aquellas destinadas a México en 2025.
En cualquier caso,
el país norteamericano sigue siendo el principal receptor de remesas de la
región (y segundo del mundo), con unos 61.810 millones de dólares recibidos a
lo largo de este año, el 35,4 % de todas las remitidas a la Latinoamérica y el
Caribe.
El retroceso
en México se explica en gran parte por el efecto base tras los grandes
volúmenes de dinero en dólares enviados en 2024, principalmente por la caída
del peso frente a la divisa estadounidense.
En el Caribe
se recibieron cerca de 20.883 millones de dólares, un 9,2 % más, lo que implica
alrededor del 12 % de las remesas que llegan a América Latina y el Caribe,
mientras que las partidas que llegaron a Sudamérica crecieron un 10,9 % hasta
sumar unos 36.339 millones de dólares, el 21 % de todos los envíos de dinero a
la región.
El peso
económico que tiene todo este dinero varía por áreas, ya que los 55.395
millones de dólares enviados a Centroamérica en 2025 representan en conjunto
cerca de un 13,3 % del producto interno bruto (PIB) de todos los países de la
zona, con naciones donde los envíos rondan el 30 % (como en el caso de El
Salvador y Nicaragua) o incluso lo superan, como sucede con Honduras, que
recibió un dinero que equivale al 30,4 % de su PIB.
En el Caribe
las remesas recibidas equivalieron a un 10 % del PIB, mientras que en México o
Sudamérica estos volúmenes suponen apenas un 3,3 % y un 0,8 % con respecto al
tamaño total de sus economías.
Los autores
del informe señalaron que este año sobresalen en Latinoamérica los casos de
Ecuador y Colombia, que vieron importantes incrementos en las partidas
recibidas este año debido al aumento de las comunidades de sus ciudadanos en
Estados Unidos y sobre todo en España en los últimos años.
Colombia,
recibió unos 13.379 millones de dólares, un 12,9 % más y un tamaño cercano al
3,1% de su economía, mientras que a Ecuador llegaron alrededor de 7.916
millones de dólares, un aumento del 21 % con respecto a 2024 con remesas
equivalentes a un 6,1 % del PIB.
La segunda
parte del informe de este año subraya la importancia de las remesas a la hora
de aumentar el número de familias que se sitúan por encima del umbral de la
pobreza y también para reducir el número de aquellas que están en pobreza
extrema, aunque también establece que las familias más pobres no son
precisamente las que más remesas reciben.
«Durante
muchos años ha estado instalada la creencia de que la gente más pobre es la que
migra. Pero no es así. Cuando tú eres muy pobre no puedes migrar porque no
tienes cómo, la migración cuesta», explicó a EFE el jefe de la Unidad de
Migración del BID y coordinador del informe, Felipe Muñoz.
El reporte
concluye a su vez que si las políticas migratoras de EE.UU., origen de la mayor
partida de remesas, (concentra el 56,7 % del total), siguen endureciéndose y
las posibilidades de los migrantes para generar mayores ingresos se ven
restringidas, «es probable que se observen crecimientos cada vez más reducidos
en los próximos años» en las remesas. EFE