Tegucigalpa, Honduras.- De acuerdo con el representante de la Asociación Pequeños Productores
Camaroneros, Wilmer Cruz, tras el cierre de 92 fincas se han perdido unos 5 mil empleos directos.
En consecuencia, dijo que las personas que antes se
dedicaban a la crianza de camarón han emigrado a otros rubros.
El impacto
económico por el cierre de estas fincas de camarón supera los 45 millones de
lempiras.
La situación
se torna difícil para este rubro en la actualidad ya que tampoco se pueden
abrir nuevos mercados.
Además se
enfrentan enfermedades como una larga que infecta al camarón silvestre que
provoca la muerte del mismo.
Muchas
lagunas que antes se dedicaban a la crianza de camarón ahora están abandonadas,
en especial en la zona sur de Honduras, alertó.
Expuso que
existe un compromiso para reactivar las 92 fincas cerradas, pero
recuperar los empleos ya es algo imposible, lamentó.
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