Moscú – Rusia acusó este domingo a
Ucrania como responsable de la muerte de siete personas en el descarrilamiento
de dos trenes en regiones fronterizas, suceso que tuvo lugar en víspera de la
segunda ronda de negociaciones de paz en Estambul.
«La voladura del puente y el accidente del tren de pasajeros en Briansk
hablan de que Ucrania está dirigida por una organización terrorista», dijo el
influyente senador Andréi Klishas en su canal de Telegram.
El Kremlin informó de que el presidente ruso, Vladímir Putin, había sido
informado “prácticamente toda la noche” sobre lo ocurrido por el Servicio
Federal de Seguridad y el Ministerio para Situaciones de Emergencia.
Kiev salió rápidamente a denunciar que las acusaciones de Moscú
son, en realidad, una operación de falsa bandera, tras lo que, además, el
presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó la presencia de una
delegación negociadora mañana en la ciudad turca, algo que estaba en duda hasta
ahora.
No es la primera vez que Moscú acusa a Kiev de cometer atentados
terroristas. Así ocurrió hace más de un año con el ataque islamista contra la
sala de conciertos Crocus City Hall en Moscú, en el que murieron 144 personas.
Entonces, Rusia no presentó ninguna prueba para respaldar sus acusaciones.
Voladura de puentes
Ambos descarrilamientos tuvieron lugar como consecuencia del desplome de
dos puentes, el primero en la noche del sábado en la región de Briansk y el
segundo, esta madrugada, en la vecina Kursk.
En Briansk un puente por el que circulaba en ese momento un camión se
derrumbó sobre un tren de pasajeros que se dirigía a Moscú.
En total, murieron siete personas -el conductor del camión y varios
pasajeros- y cerca de 70 resultaron heridas, incluido varios menores de edad,
según las autoridades regionales.
Horas después, las autoridades de Kursk informaron sobre el desplome de
un puente al paso de un tren de mercancías, que se derrumbó sobre una carretera
por la que no circulaban automóviles en el momento del siniestro.
Resultaron heridos el maquinista y dos de sus ayudantes, según Alexandr
Jinshtéin, gobernador de Kursk.
Estos sucesos tuvieron lugar después de que Putin anunciara su decisión
de crear una zona de seguridad en la frontera con las regiones de Briansk,
Kursk y Bélgorod, que incluiría territorio de las regiones ucranianas de Járkov
y Sumi.
Todos los dedos señalan a Ucrania
El gobernador de Briansk, Alexandr Bogomaz, fue el primero en denunciar
que el puente había sido volado después de informar en un primer momento sobre
“una interferencia ilegal en las actividades de transporte”.
«La voladura del puente se produjo durante la circulación del tren
Klimov-Moscú, en el que viajaban 388 pasajeros. En estos momentos, hay siete
muertos y tres niños resultaron heridos», dijo Bogomaz a la televisión.
Seguidamente, la portavoz del Comité de Instrucción de Rusia, Svetalna
Petrenko, adelantó que se investiga lo ocurrido como terrorismo.
«Hace mucho que Ucrania perdió los rasgos de un Estado y se ha
convertido en un enclave terrorista, sin fronteras, sin órganos legítimos y sin
ley. La respuesta es una franja de seguridad tan amplia que excluya en el
futuro la incursión de terroristas en nuestro territorio», insistió Klishas.
Tanto el senador como otros disputados pidieron “duras respuestas”
contra Kiev, que -en su opinión- estarían recurriendo a métodos subversivos
para ocultar sus reveses en el campo de batalla.
Kiev también contribuyó a la hipótesis ucraniana, ya que su inteligencia
militar (GUR) confirmó hoy, domingo, la voladura de un tren militar en la
región anexionada de Zaporiyia.
Según el GUR, un tren militar ruso con combustible y mercancías que se
dirigía a la anexionada península de Crimea fue volado cerca de Melitópol,
principal ciudad de la región bajo ocupación rusa.
“No tengo duda alguna de que el régimen de Kiev está implicado”, dijo
Artiom Túrov, diputado federal por Briansk.
Una falsa bandera, según Kiev
Mientras, el jefe del Centro contra la Desinformación del Consejo para
la Seguridad Nacional y la Defensa de Ucrania, Andrí Kovalenko, afirmó que «no
es la primera vez que Rusia recurre a atentados de ‘falsa bandera'».
«Una vez más, existe la tentación de presentarnos como un ‘país
terrorista’ para evitar el diálogo y proseguir la ofensiva de verano que ya ha
comenzado en las regiones de Sumi y Zaporiyia y continúa en el este», dijo en
Telegram.
Aseguró que «Ucrania no tiene ningún motivo para perturbar la cumbre de
Estambul» y recordó que en 1999, los atentados terroristas de Riazán, de los
que el Kremlin acusó a separatistas chechenos, se convirtieron en un trampolín
para que Putin fuera aupado al Kremlin.
“Esta serie de sucesos que tienen lugar en víspera del comienzo de las
negociaciones despierta serias dudas. Si esa parte estuviera decidida a buscar
una vía pacífica de arreglo, entonces no se permitiría dichas acciones”,
replicó Rodión Miróshnik, emisario especial del Ministerio de Exteriores de
Rusia. EFE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario