Tokio – La exministra japonesa del
Interior Sanae Takaichi se convirtió este sábado en la líder del gobernante
Partido Liberal Democrático (PLD) al derrotar en segunda vuelta de las
primarias al ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, lo que le abre la puerta
para posiblemente convertirse en la primera mandataria de Japón.
La
nacionalista Takaichi, de 64 años, reemplaza al saliente primer ministro,
Shigeru Ishiba, y es también la primera mujer presidenta del PLD.
Única mujer
entre los cinco candidatos que concurrían a estas primarias del PLD, Takaichi
obtuvo 185 de los 342 votos en juego en la segunda vuelta frente a los 156 de
su rival, el ministro de Agricultura, Shinjiro Koizumi, que a sus 44 años
también buscaba hacer historia como el líder más joven del Japón de posguerra.
Ya en la
primera vuelta, ambos legisladores, los favoritos, y el portavoz gubernamental,
Yoshimasa Hayashi (64), quien quedó en tercer lugar, eran considerados los
principales contendientes.
Takaichi
fue en ambas vueltas la preferida por las bases y afiliados del partido,
mientras que Koizumi gozó de mayor apoyo entre sus colegas legisladores.
Previsible
mandataria
Estas
primarias del partido gobernante, que fueron adelantadas tras la renuncia el
mes pasado de Ishiba por los malos resultados electorales cosechados en su poco
más de un año de Gobierno, en el que la coalición gobernante ha perdido su
mayoría parlamentaria, eran especialmente relevantes porque, con alta
probabilidad, su ganadora se convertirá en la nueva primera ministra de Japón.
Takaichi
tendrá que asegurarse ahora la cooperación de la oposición para ser confirmada
como primera ministra, la primera mujer que ostentaría este cargo, en una
votación posterior en el Parlamento, que se espera que se celebre en una sesión
extraordinaria a mediados de este mismo mes.
Se prevé
que no haya trabas para la confirmación de Takaichi, al no haber consenso entre
la oposición para presentar otros nombres.
«Se abre
una nueva era para el PLD y para Japón», dijo Takaichi, la cara más visible del
ala dura del partido, en sus primeras declaraciones minutos después de
confirmarse su victoria.
En una
rueda de prensa celebrada horas después, la política dijo que la coalición con
su socio, Komeito, seguirá siendo la basa del nuevo Ejecutivo, y que la futura
relación con otros partidos «también depende de sus planes o intenciones», así
que no entró a comentar sobre posibles alianzas para sacar adelante el
Gobierno.
La política
señaló, no obstante, su deseo de «conversar con las fuerzas opositoras en
asuntos importantes».
«Haremos lo
posible por cumplir con las expectativas del público» y esbozó las líneas de su
política de cara a una eventual confirmación como primera ministra, entre las
que destacó afrontar la inflación y el estancamiento salarial, reforzar la
alianza de seguridad con Estados Unidos, y la colaboración trilateral con Corea
del Sur, además de potenciales vínculos con Australia o Filipinas.
Ala dura
del partido
Considerada
heredera espiritual del asesinado ex primer ministro Shinzo Abe, algunos
analistas consideran que las opiniones revisionistas de Takaichi en torno al
pasado belicista de Japón podrían revertir años de progreso en la cooperación
con Corea del Sur y la distensión con China.
Sus visitas
periódicas al controvertido santuario Yasukuni de Tokio, vinculado al
militarismo y la época colonial nipona, han suscitado con frecuencia fuertes
críticas de Pekín y Seúl.
El mandato
de Takaichi al frente del PLD durará hasta septiembre de 2027, cuando termina
el mandato original de tres años de Ishiba.
De ser
confirmada como primera ministra, Takaichi tendrá que hacer frente a un
complejo panorama interno, donde tendrá que buscar apoyo de la oposición para
sacar adelante presupuestos y leyes en su Gobierno en minoría heredado de
Ishiba, mientras trata de incrementar el perfil internacional del país
asiático. EFE

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