Washington – La Cámara de Representantes de EE.UU. inició este
miércoles el debate sobre la versión del megaproyecto fiscal y presupuestario
del presidente Donald Trump, aprobada por el Senado, que pasó a la bancada
republicana de la instancia baja del Congreso el reto de enviar la norma al
despacho del mandatario antes del viernes.
Debido a la
estrecha mayoría republicana en la Cámara frente a los demócratas (220-212), el
partido del neoyorquino necesita tener a todos sus miembros presentes de cara a
un voto final, algo que puede complicarse debido a la suspensión de los vuelos
de varios miembros por tormentas en el este del país.
Según
recuentos de la prensa estadounidense, al inicio de la sesión de la mañana, se
encontraban ausentes unos 38 republicanos.
Por otro
lado, y como ya sucedió este martes en el Senado, los demócratas expresaron su
rotundo rechazo a la normativa, que busca extender los recortes fiscales del
primer mandato de Trump y ampliar los fondos de defensa y el manejo migratorio,
al tiempo que busca restringir programas sociales como el plan médico Medicare
para personas de bajos recursos y el programa de asistencia de comidas SNAP.
El líder de
la minoría demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, confirmó esta mañana que
todos sus colegas de bancada «votarán rotundamente no».
Aún con la
mayoría republicana al completo, se espera que la propuesta enfrente
resistencia entre el ala conservadora del partido, preocupada por el incremento
del déficit asociado a la ley, que añadiría 3,3 billones de dólares a la deuda
pública dentro de 10 años, según un estimado reciente de la Oficina de
Presupuesto del Congreso (CBO).
Según el
nuevo cálculo, la versión de la legislación aprobada por el Senado y devuelta a
la Cámara supera los 2,4 billones de dólares de la aprobada inicialmente por
esa instancia baja en mayo pasado.
En un mensaje
este miércoles en su red Truth Social, Trump volvió a elogiar al que ha
bautizado como «gran y hermoso proyecto de ley», como «una de las piezas
legislativas más exitosas jamás aprobadas».
«Republicanos,
no se dejen presionar por los demócratas de izquierda radical. Tenemos todas
las cartas y las vamos a usar», insistió el mandatario, quien afirmó ayer que
cree que la iniciativa lo tendrá «más fácil» para superar una votación final en
la Cámara Baja que en el Senado. EFE
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