Ginebra- Cientos de trabajadores de varias agencias de Naciones
Unidas se manifestaron este Primero de Mayo ante la sede europea de la ONU para
protestar por los recortes de personal que están sufriendo muchas de las
organizaciones internacionales, agravados tras la retirada de gran parte de la
ayuda del que fuera su principal contribuyente, el Gobierno de Estados Unidos.
La
manifestación, bajo los eslóganes «el personal de la ONU no es una mercancía» y
«defendemos la humanidad», contó con la participación de la Internacional de
Servicios Públicos (PSI), la Federación de Asociaciones de Funcionarios
Internacionales (FICSA) y la coordinadora de sindicatos y asociaciones de la
ONU (CCISUA).
«Estamos en
una situación muy difícil y desafortunada, en la que no sólo los gobiernos del
mundo están siendo atacados sino también la ONU y sus agencias», destacó en el
acto de protesta el secretario general de la PSI, Daniel Bertossa.
«No somos una
mercancía sino seres humanos que tenemos derecho a unas buenas condiciones de
trabajo y un respeto a nuestra dignidad», agregó la presidenta del sindicato de
trabajadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Severine
Deboos.
Muchas de las
agencias de la ONU ya sufrían crisis presupuestarias antes de la llegada de
Trump, pero el regreso a la Casa Blanca del presidente estadounidense, con una
actitud hostil al multilateralismo, ha exacerbado los problemas y causado
graves recortes de personal.
Tras el
drástico recorte de la ayuda estadounidense, la Agencia de la ONU para los
Refugiados (ACNUR) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han recortado su
personal en todo el mundo alrededor de un 30 %, mientras que la OIT ha
suprimido un 10 % de sus puestos, según indicaron los organizadores de la
manifestación.
También han
tenido que recortar miles de puestos de trabajo otras agencias como la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Internacional para las
Migraciones (OIM), ONUSIDA o la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
(OCHA), mientras que el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) ha recortado
su presupuesto en un 20 %.
«No son sólo
estadísticas, detrás de ellas hay miles de personas que llevan ayuda
humanitaria, aseguran el acceso a agua potable, alimentos y atención sanitaria,
protegen refugiados y desplazados, mantienen a niños en la escuela, evitan el
trabajo forzado y defienden los derechos humanos», señalaron los líderes de
CCISUA y FICSA, Nathalie Meynet y Cristina Pierini. EFE

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