Barcelona (España) – Un informe de la Unesco y
Fundación española La Caixa alerta del impacto «desigual» del calentamiento en
los diferentes territorios y avisa de que 2.500 millones de personas podrían
estar expuestas a condiciones climáticas extremas en 2050.
El estudio apunta, más allá, que 239
millones de ellas en condiciones de extrema pobreza, «con nulas o escasas
posibilidades de superar su precaria situación socioeconómica en escenarios
climáticos cada vez más amenazantes», lo que hará necesario proteger a los más
vulnerables.
Se trata de uno de los resultados del
informe ‘¿Quién asume el coste? Cómo abordar las desigualdades derivadas del
cambio climático y la acción climática’, presentado este miércoles en Barcelona
(este de España).
El informe pretende poner de relieve
y abordar las «profundas desigualdades» sociales y económicas que se han
«agravado» con el cambio climático y que se han introducido en las actuales
políticas climáticas.
Resultados
El autor principal del informe,
Rodolfo Lacy, ha explicado que la investigación presenta un conjunto de índices
compuestos que evalúan cómo se verán afectados los distintos sectores y
poblaciones en los escenarios climáticos de mediados de siglo.
Los resultados indican que existen
«desigualdades significativas» en cuanto a la exposición a los riesgos
climáticos y a la capacidad de adaptación, sobre todo entre los grupos
marginados y de renta baja.
De hecho, el análisis apunta que el
sur global soporta una carga «desigual» ante el cambio climático, basándose en
datos como que 3.600 millones de personas viven en zonas muy vulnerables a los
efectos del cambio climático o que 2.500 millones de personas podrían estar
expuestas a un calor extremo en 2050, de las cuales 239 millones en condiciones
de «extrema pobreza» y con temperaturas superiores a 35 grados durante más de
12 semanas al año.
Según el estudio, los pueblos
indígenas, los niños, los trabajadores irregulares y las mujeres, de los que
1.400 millones se verán directamente afectados entre 2040 y 2060, sufren
un riesgo «más elevado».
«Si la equidad y la justicia no se
sitúan en el centro de las agendas climáticas, se corre el grave riesgo de
agudizar las desigualdades actuales, socavar la estabilidad global y dificultar
el objetivo compartido del desarrollo sostenible. El imperativo de una acción
climática inclusiva y equitativa nunca había sido más apremiante», ha
argumentado Lacy.
Una
transición «justa e inclusiva»
En este sentido, el director de
Políticas Sociales de la Unesco, Gustavo Merino, ha explicado que el estudio propone
integrar la equidad, la justicia social y los derechos humanos en las políticas
climáticas para garantizar una transición «justa e inclusiva».
«Los primeros efectos del cambio
climático global afectan de una manera desproporcionada a países y comunidades
que apenas han contribuido a la crisis, pero son extremadamente vulnerables a
sus efectos», ha indicado Merino.
Según el estudio, el 10 % de los
países más ricos son responsables de casi el 50 % de las emisiones globales,
mientras que los países más vulnerables (Chad, Sudán del Sur, Níger, República
Centroafricana y Somalia) se enfrentan a complejas crisis de pobreza, falta de
infraestructuras y estrés climático. EFE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario