Quito – Antonio Valencia, una de las
figuras deportivas más importantes de Ecuador en su etapa como jugador
profesional de fútbol, está ahora inmerso en llevar adelante el Club Deportivo
Tumbaco AV25, su propio club de fútbol, que tiene como objetivo ayudar a jóvenes
ecuatorianos a escapar de las pandillas criminales.
Valencia
(Nueva Loja, 1985) es reconocido como uno de los jugadores ecuatorianos más
relevantes de la historia tras su exitoso paso por el Manchester United, en el
que jugó diez temporadas, fue capitán y conquistó varios títulos, entre los que
destacan dos ligas de Inglaterra y una Liga Europa.
Además, fue
internacional absoluto con la selección de Ecuador, de la que fue capitán, con
la que acumuló 99 encuentros y disputó los mundiales de Alemania 2006 y Brasil
2014, así como las eliminatorias de clasificación a los campeonatos del mundo
desde 2006 a 2018.
Después de
retirarse, el carrilero derecho decidió seguir vinculado al fútbol como gestor
del club de fútbol que él mismo fundó en 2022 con la idea de ayudar a jóvenes
promesas de su tierra natal en su desarrollo como futuros futbolistas.
«A mí me
motivó mucho dar un poco de lo que me ha dado el fútbol», explicó a EFE
Valencia durante una entrevista con motivo de su participación en la campaña
‘Rent-A-Player’ que llevó a cabo ‘Enterprise Rent-A-Car’, patrocinador de la
Liga Europa y de la Liga Conferencia de la UEFA.
Esta nueva
aventura profesional fue pensada también con el fin de «salvar vidas» en un
país con «un problema de seguridad inmenso», en el que «los chicos se están
perdiendo en la calle con las pandillas (grupos criminales)», aseguró el
exfutbolista.
«Un chico
nos pidió que no le botáramos del club porque, si no, tenía que volver a su
pueblo y decidir de qué bando (criminal) iba a ser», subrayó Valencia.
«No es
fácil alimentarlos, buscar la manera en cómo puedan estudiar… entonces esas
cosas me motivan todos los días para levantarme con pie derecho y sacar esto
adelante», añadió.
Objetivo:
ascender a segunda división
Después de
varios años en la tercera división de Ecuador, este año Valencia señala como
objetivo el ascenso a la Serie B de la Liga Pro (segunda división), para poder
seguir creciendo en el ámbito deportivo.
«En poco
tiempo hemos quedado campeones de Pichincha (cuarta división), hemos jugado
Copa Ecuador y tenemos un complejo con dos canchas, en el que los jugadores se
sienten más contentos, en casa y más felices», celebró.
Como
ejemplo a seguir, Valencia señaló el trabajo del Independiente del Valle, una
institución deportiva que a su parecer está realizando «un trabajo increíble»
en su objetivo de formar a jóvenes deportistas en un ambiente «de otro nivel».
La mayoría de nuevos jugadores que visten la camiseta de la selección
ecuatoriana proceden de su academia.
«Tienen en
el complejo (deportivo) viviendo más de 300 chicos. Han quedado campeones en
diferentes categorías y en la selección hay más de 10 chicos (…) Tienen uno de
los mejores colegios adentro de su complejo», valoró el exfutbolista.
Cambio de
mentalidad
Fórmulas
como estas, que combinan la enseñanza deportiva con los estudios, son también
responsables del crecimiento del fútbol ecuatoriano y de la exportación de sus
mejores jugadores no solo a nivel regional sino también europeo.
Según
Valencia, otras de las claves de esta mejoría es «el cambio de mentalidad»
después de la clasificación a los mundiales de 2002 y 2006 por parte de la
selección nacional de fútbol y que permitió a «Ecuador dar un paso importante
de trabajar más mentalmente y físicamente» y a partir del cual «el jugador se
prepara más».
Moisés
Caicedo (Chelsea), Willian Pacho (PSG), Pervis Estupiñán (Brighton) o Piero
Hincapié (Bayer Leverkusen) son solo algunos de los muchos jugadores
ecuatorianos que militan en clubes europeos del más alto nivel y que, en
primera instancia, fueron formados en las categorías inferiores de clubes
ecuatorianos. EFE

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