Washington – El Tribunal Supremo de EEUU autorizó este viernes al Gobierno
del presidente Donald Trump a que mantenga congelados unos 4,900 millones de
dólares en ayuda exterior mientras el Congreso debate los recortes en partidas
para cooperación.
El fallo
supone una importante victoria para la Administración del presidente en lo
referente a su objetivo de recortar los presupuestos federales después de que
una corte de menor instancia revocara la congelación de estos fondos al
considerar que el mandatario había usurpado los poderes del legislativo.
En su breve
fallo, algo típico al tratarse de una demanda por vía urgente del Gobierno, la
mayoría conservadora de seis magistrados del tribunal determinó que la
capacidad de Trump para gestionar las relaciones exteriores compensa «con
creces el posible perjuicio» que sufrirían los destinatarios de las partidas,
aunque recordó que su decisión tiene validez provisional hasta que el
Legislativo y tribunales inferiores diriman el asunto.
Las tres
juezas liberales de la corte votaron en contra y aseguraron que el asunto
requiere de un profundo debate ya que está en juego «la distribución de poderes
entre el Poder Ejecutivo y el Congreso en lo que respecta al gasto público»,
según el escrito de disconformidad firmado por la magistrada Elena Kagan.
El pasado 28
de agosto el presidente notificó que dejaría sin gastar unos 4,900 millones de
dólares de una partida de 11,500 millones aprobada por el Congreso para ayuda
exterior.
Lo hizo
empleando una figura denominada «rescisión de bolsillo», que consiste en la
readjudicación de partidas en vísperas de que concluya el año fiscal -algo que
sucede cada 30 de septiembre en EEUU-, lo que hace que su implementación
caduque al carecer las cámaras de tiempo para dar su visto bueno.
A principio
de septiembre, tras la denuncia de distintos grupos de cooperación, un juez
federal del Distrito de Columbia determinó que la acción era ilegal y ordenó al
Gobierno desembolsar los 11,500 millones de dólares antes del 30 de septiembre,
a lo que el Gobierno Trump respondió insistiendo en que dejaría esos 4,900
millones sin gastar y que apelaría.
El 6 de
septiembre una corte de apelación federal rechazó la solicitud del Gobierno
para anular la orden, por lo que dos días después el Ejecutivo solicitó al
Tribunal Supremo que la suspendiera.
Es la tercera
vez que el máximo tribunal estadounidense permite a Trump congelar, al menos de
manera temporal, partidas federales, ya que le ha permitido cancelar unos 800
millones de dólares en ayuda para los Institutos Nacionales de Salud y otros 65
millones en subvenciones para la formación de profesorado.
Diferentes
ONGs y entidades en el terreno de la cooperación han advertido de los graves
efectos humanitarios que el recorte de ayuda exterior de EEUU puede tener en
países en desarrollo. EFE

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