Washington – La Reserva Federal (Fed) resistió este miércoles a la presión
recibida por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, y dejó los
tipos en su rango actual del 4.25 al 4.5 %, aunque dos de sus integrantes
votaron en contra de mantenerlos.
Según medios
estadounidenses como el digital The Hill, es la primera vez en más de 30 años
que dos de sus miembros se pronuncian en contra de la decisión colectiva.
El comunicado
del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed reiteró al término de su
reunión de dos días que «al considerar el alcance y el momento de los ajustes
adicionales» se evaluarán «cuidadosamente las cifras entrantes, la evolución de
las perspectivas y el equilibrio de riesgos».
La Fed añadió
que se seguirán vigilando de cerca las implicaciones de la información entrante
para las perspectivas económicas y sostuvo que si surgen riesgos que puedan
obstaculizar el logro de sus objetivos, el comité estará dispuesto a ajustar la
orientación de su política económica.
La nota, que
precede a la habitual conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome
Powell, apuntó que «aunque las oscilaciones en las exportaciones netas siguen
afectando las cifras, los indicadores recientes sugieren que el crecimiento de
la actividad económica se moderó en el primer semestre».
Este último
anuncio llega el mismo día en que el Buró de Análisis Económico (BEA) indicó
que la economía EE.UU. creció un 0,7 % intertrimestral en el segundo trimestre,
después de la contracción del 0,1 % registrada en el primer cuarto del
ejercicio.
El producto
interior bruto (PIB) estadounidense aumentó un 3 % en términos anualizados,
frente al retroceso del 0,5 % anualizado del primer trimestre, algo que Trump
celebró y aprovechó para insistir a Powell para que redujera los tipos.
Desde que el
líder republicano inició su segundo mandato el pasado 20 de enero ha insistido
a Powell para que reduzca los tipos. En las últimas semanas ha arreciado sus
ataques con mensajes casi diarios en los que asegura que la economía
estadounidense marcha «mejor que nunca bajo su dirección».
El presidente
no puede echarle por mero desacuerdo en materia de política monetaria, pero sí
por causa justificada, y las obras de renovación de la sede de la Fed, con un
sobrecosto de unos 700 millones de dólares, ha puesto en el punto de mira a
Powell, a quien los republicanos le reprochan mala gestión. EFE

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