Hulunbuir
(China) – La
última innovación china en Inteligencia Artificial (IA) es una flota de cien
camiones eléctricos gestionados por esa tecnología que supervisan la seguridad
en minas a cielo abierto para frenar la alta siniestralidad.
Se trata de
un proyecto gestionado por la tecnológica Huawei en la localidad nororiental de
Hulunbuir, en la región de Mongolia Interior, que acaba de entrar en
funcionamiento en la mina de carbón a cielo abierto de Yimin, propiedad del
grupo energético Huaneng.
Los
vehículos, conectados mediante ‘5G avanzado’, operan desde esta semana en la
mina, que se encuentra en el extremo noreste de China, a unos 170 kilómetros de
la frontera con Rusia, una zona caracterizada por inviernos largos y severos de
temperaturas medias de -25.2 grados en enero y mínimas registradas de -46.6.
La
temperatura media en la zona se mantiene por debajo de cero grados durante 245
días al año, y la región sufre fuertes rachas de viento que soplan sin
oposición debido a la ausencia de montañas en un entorno dominado por vastas
praderas.
Según
explicó durante la presentación del proyecto Shu Yingqiu, director de la mina,
nueve de estos vehículos funcionaron de forma continua durante 72 horas a una
temperatura de 40 grados bajo cero durante sus pruebas.
Sin cabina
de conductor
Los
vehículos, con una capacidad de carga de hasta 90 toneladas, cuentan con
funciones autónomas de percepción, planificación y toma de decisiones, y pueden
efectuar de forma autónoma tareas como conducción, vertido e intercambio de
baterías, todo asistido por algoritmos de IA.
Según Shu,
la eficiencia de los camiones autónomos, diseñados para cargar, transportar y
descargar material, es un 20 % superior a la de sus contrapartes tradicionales.
A primera
vista, sorprende la ausencia de la cabina de conductor en los camiones, que ha
sido sustituida por una enorme batería eléctrica.
«En una
mina a cielo abierto, el principal riesgo es el transporte, porque los
conductores pueden dormirse o distraerse al volante y provocar accidentes
mortales», explica a EFE Zhao Yaozhong, subdirector de la mina.
Según Zhao,
«al eliminar la cabina y automatizar el transporte, hemos alcanzado una
seguridad intrínseca, ya que no hay conductores y, por tanto, desaparece el
riesgo humano».
Ante el
riesgo de desempleo causado por la automatización, el directivo explicó que los
conductores, muchos de los cuales «ya tenían 50 años o más», son «transferidos
a labores de supervisión de la operación automatizada, manteniendo puestos de
trabajo».
Zhao agregó
que «al fin y al cabo, cada vez hay menos jóvenes en general y todavía menos
que estén dispuestos a realizar un trabajo tan duro y con tantos peligros».
En 2023, el
sector del carbón chino registró 443 muertos, según cálculos del medio Sina
Finance a partir de datos oficiales. De acuerdo con este portal, la tasa de
trabajadores fallecidos por cada millón de toneladas de carbón producidas en
China fue de 0,059 en 2024, una disminución interanual del 37 %.
Transformación
digital
El proyecto
se enmarca dentro de un impulso más amplio por parte de las autoridades y
empresas chinas (desde administradores de puertos hasta operadores de minas de
carbón) para integrar IA, automatización y comunicaciones avanzadas en
industrias tradicionales.
«Un desafío
es cómo aplicar estas tecnologías en sectores tradicionales como la minería,
que suelen ser de los últimos en adoptar la digitalización», señala a EFE el
vicepresidente de mercadotecnia del departamento de Petróleo, Gas y Minería de
Huawei, Jack Chen.
Según el
representante de Huawei, «el primer paso para estas empresas es darse cuenta de
que la digitalización y la inteligencia artificial pueden mejorar la eficiencia
y la seguridad en la producción».
Menor
huella de carbono
Zhao indica
que la principal ventaja medioambiental de estos vehículos «es sustituir el
combustible por electricidad, reduciendo las emisiones de carbono y el consumo
de petróleo».
Según datos
del proyecto, la sustitución de los camiones tradicionales por estos eléctricos
se traducirá en una reducción anual de 48,000 toneladas de dióxido de carbono
vertidas a la atmósfera.
Sin
embargo, China sigue siendo el mayor productor mundial de carbón, lo que
complica el cumplimiento de sus objetivos de descarbonización al obligarla a
alcanzar el pico de emisiones de CO₂ antes de 2030 y la neutralidad de carbono
en 2060 mediante una transformación de su modelo energético, aún ampliamente
dominado por ese material. EFE
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