Barcelona (España) – Más que un partido de fútbol,
Barcelona e Inter de Milán parecieron compartir un concierto de rock and roll
en una maravillosa semifinal de la Liga de Campeones, un partido eléctrico que
acabó 3-3 y lo dejó todo abierto para la vuelta en San Siro.
Tuvo que
remontar el Barça un 0-2 y un 2-3. El empate fue un premio a la persistencia de
los azulgranas y a la puntería del Inter. El encuentro lo tuvo todo, también un
protagonista esperado: Lamine Yamal, que anotó un tanto en su partido cien como
barcelonista, con sólo 17 años y 291 días.
Fue un
ejercicio de puntería y de fe. En las sensaciones, ganó el Inter desde el
segundo 31. Encajó el Barça el gol más rápido de la historia de una semifinal
de la ‘Champions’, no podía empezar todo tan mal. El tanto fue una fantasía, un
taconazo de Marcus Thuram que heló Montjuïc.
El 0-1 fue un
mazazo, pero este equipo barcelonista ya había demostrado una capacidad de
resiliencia en escenarios hostiles, hoy lo volvió a hacer. Lo vivió ante el
Atlético, en la ida copera, se había reivindicado siempre caminando en el
alambre.
Entre el 0-1
y el 0-2, en los dos primeros remates del Inter, pasaron 21 minutos. El segundo
tanto fue un saque de esquina que descolgó Acerbi y Dumfries cazó un remate de
chilena. Pero el Barça no bajó los brazos y Lamine Yamal se echó el equipo
encima.
Y eso que el
extremo tuvo que retirarse del calentamiento por un supuesto problema físico.
Tras el 0-1, Ferran Torres no aprovechó un servicio del de Rocafonda en el 12:
Íñigo no llegó a un saque de esquina servido por Raphinha y Ferran Torres
remató junto al palo izquierdo de la meta de Sommer.
Pero es que
con el 0-2, el Barça siguió creyendo. Lamine cazó un pase de Frenkie de Jong,
detectó una duda de Mkhitaryán, vio como dos interistas no llegaban a la duda,
alzó la vista y puso el balón con rosca al palo derecho de la meta interista
(1-2, min.24).
Fue un gol
para la historia en su partido cien, el primer menor de edad que anotaba un gol
en una semifinal de Liga de Campeones, pero a él no le pareció nada
extraordinario.
Y es que su
fútbol contagió al resto del equipo, justo cuando dos minutos después, en otra
acción de fantasía, superó a Di Marco y el balón acabó en el travesaño.
Se animó el
equipo azulgrana y tuvo miedo el Inter, un equipo curtido en mil batallas, pero
que seguramente no había visto un delantero igual. Dani Olmo, excelso entre
líneas, tuvo dos buenas ocasiones en apenas seis minutos, pero Sommer estuvo a
la altura en el 30 y en el 36.
Se mascaba
el gol del empate y llegó. Un centro de Pedri sobre Raphinha y otra nueva
asistencia del brasileño, esta vez para Ferran Torres que igualó en el 38.
Antes del
descanso se rompió Kounde -entró Eric García por él- y también se lesionó
Lautaro Martínez -que aguantó hasta el descanso y fue sustituido por Taremi
después-. Pese al 2-2, la sensación era que lo peor había pasado para los de
Hansi Flick, que habían anotado dos goles en veinte minutos, a un equipo que
había encajado cinco en toda la competición.
Recompuso
el alemán su equipo. Puso en juego a Araujo por Gerard Martín y pasó a jugar
con cuatro centrales: Eric e Íñigo en los laterales; el uruguayo y Cubarsí en
el eje.
Y el Barça,
sin tanto vértigo, pareció tomarse un respiro. Se sintió cómodo con el balón,
pero no tenía tanto desborde. Lamine no fue tan protagonista, pero los de Flick
se sentían bien.
Hasta que
en el tercer remate a puerta de los interistas llegó el 2-3, de nuevo un saque
de esquina y otra vez Dumfries fue el más listo con un remate de cabeza en el
63.
De nuevo le
tocaba remar al Barça, esta vez fueron dos minutos para igualar, los que tardó
para el 3-3. Fue una acción de estrategia a la salida de un saque de esquina,
sirvió Olmo, dejó pasar en la frontal Lamine y el latigazo de Raphinha dio en
el travesaño y en la espalda de Sommer (3-3, min. 65).
En la parte
final del partido, todos subieron las pulsaciones. El Inter se sintió cómodo en
las transiciones y anotó otro gol más, por medio de Mkhitaryan, anulado por el
VAR en el 75 y Raphinha también tuvo una buena oportunidad en una falta directa
(min.77).
Pero aún
faltaba el último truco del mago Lamine, que se inventó una vaselina imposible
y el balón se estrelló en la cruceta, era el minuto 88. Hasta el final, estuvo
más cerca el gol del Barça. La tuvo Raphinha, en una gran intervención de
Sommer, pero nada cambió. Todo se decidirá en una semana en el Giuseppe Meazza.
Ficha
técnica:
3 –
Barcelona: Szczesny;
Kounde (Eric García, min.42), Cubarsí (Christensen, min.83), Íñigo Martínez,
Gerard Martín (Araujo, min.46); De Jong, Pedri (Gavi, min.83), Olmo (Fermín,
min.68); Lamine Yamal, Raphinha y Ferran Torres.
3 – Inter
Milán: Sommer;
Bisseck, Acerbi, Bastoni; Dumfries (Damian, min.81), Barella, Calhanoglu
(Frattesi, min.71), Mkhitaryan, Dimarco (Carlos Augusto, min.55); Thuram
(Zielinski, min.81) y Lautaro Martínez (Taremi, min.46).
Goles: 0-1, m.1: Thuram; 0-2, m.21: Dumfries; 1-2, m.24:
Lamine Yamal; 2-2, m.38: Ferran Torres; 2-3, m.64: Dumfries; 3-3, m.65: Sommer
(p.p.).
Árbitro: Clément Turpin (FRA). Mostró
tarjeta amarilla a Calhanoglu (min.59) y Cubarsí (min.70).
Incidencias: Partido de ida de las
semifinales de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Olímpico Lluís
Companys, de Barcelona, ante 50.314 espectadores. Antes del encuentro, se
guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del papa Francisco. EFE


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